Y en estos cielos …mi viaje:
once mil kilómetros, el destino del Manhattan soñado
y esas alturas de las que todos hablan…
y cuando llegas: el tiempo comienza y confieso ser
joven,
un alma generosa con la ciencia perdonando
realidades.
Sin…tierra, y con la certeza de un camino terminado,
llegué,
y todo era cierto:
los rascacielos, sus barrios, sus culturas y sus
precios…
y la “tolerancia”. Y estuve donde los ascensores
y el paisaje fue “altivo”, pero no vi un ser humano
que no se pareciera a otro, y no encontré el bar de
mis amigos…
Soñé vivir en el Soho y los domingos leer mis poemas,…pero
no sabía que nadie escucharía
y, el taxi esperaba en una puerta
de la quinta, y cuando el avión
“disfrutó” de dos horas de turbulencias y pensé
desaparecer,
de donde venía, lo era todo, y el sueño:
una comedia de Broadway de no ser quien soy con un
miedo a morir
que invitaba …a otro comienzo.
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