La exactitud de un tiempo
aparece brutalmente aburriendo.
Al mojarse los soles del cielo,
no quieren lloverme besos.
La raíz de la paz
abrirá la bodega.
Sacaremos los corchos
de sus botellas,
y romperá el sabor
con cantinelas.
El amor está intenso,
de líquido suave.
Su barrica de árbol
con el espcio abierto.
Quizás amar sea mucho.
Bebido no lo entiendo.
¿Cómo pude dejar
que robaran tu cuerpo?
La copa no está rota,
llenémosla de un sueño.
Y viajaremos juntos
por el espacio interno.
Borrachos y abrazados,
degustando los cuerpos.
EL TEMOR DEL DESEO XI Pag. 23
He oído tu grito rompiendo los silencios
en el mar de un viaje salpicado.
Cuando llegue tu barco gigante y bueno
me montaré en su popa con este cuerpo.
Regresaré de un cuento que aparece crecido.
No he sufrido tanto para llegar vencido.
Quiero cantar alegre la mar de los respetos.
Acariciar bebiendo de todos sus adentros.
La libertad es hembra mereciendo, (el mar)
abriendo de su boca la humedad de su cuerpo.
Por besar acaricio si me prestas tus pieles,
quiero subir tocando sus paredes.
Cazaré los temores de las mentiras,
recorreré peldaños con tu bebida...
Pueden sentir mis huesos
como late tu cuerpo,
como baja nervioso
por mis extremos.
Espero de tu barco gigante y bueno
un paseo de cuerpos y sentimientos.
EL MIEDO SALTA A LA COMBA XXXV Pag. 51
La luz salta a la comba
cuando nace lo negro.
La oscuridad es eterna,
en esa noche muerta.
Bajo el cielo extraño
es triste sentirse viejo.
Cara a cara se presentan
la vida y la muerte en reto.
Latidos del sentimiento.
Lentamente suena el viento.
En las campana del pueblo
con las puertas a otro templo.
Viviré de las miradas,
de los pasos de recuerdo.
Y no moriré podrido.
Ni me moriré en silencio.
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