viernes, 30 de octubre de 2009

CUANDO LA TIMIDEZ ES LIBERTAD

Ahora quisiera ser poeta que triste necesita amor y enamorarse. O ser actor realista del mundo imaginario y sin puertas. Aunque insisto que la infancia empuja sus verdades y conozco la sincera intención de engañar a tí mundo de sombras y uniformes. Engañar al que multa o al que manda o sanciona, engañar con mi acto teatral al que dirige para huir y que nunca se hagan dueño de mi alma. Y engaño consciente de mi verdad y soledad, pero valiente, aunque la enferma timidez me engañe y me disfrace.
LA MIRADA PRESENTE Veo la claridad en esta luz, con sombras de diez colores. La nitidez es un regalo a mi concordia. Mi conciencia es una mirada sola sin recuerdos, sin sufrimientos, sin lucha. Soy una foto quieta frenando en mi mente. Es un paisaje que observa mi cuerpo y es el alma con toda su energía un descubrimiento. Puede no haber nadie aquí: sólo un paisaje impensado que puede ser de playa, de monte, de edificios vacíos o de mesa de cristal, de maderas, de ventilador, y de lámpara encendida... Hay humanidad porque no me agita ninguna frase. No hay ningún lema que me ordene, soy la relación que siempre estuvo en paz. No hay futuro porque me paré a mirar y casualmente gocé. No quiero pasado, ni otra vista, ni otra búsqueda.
SUBIENDO A MI MONTAÑA Estuve mirando al cielo una tarde muy contenta, y recuerdo que el calor se vistió de primavera. Pocas nubes y sin lluvia y un camino hacia la sierra que me dejó muy sola con el sol de la meseta. Estuve lejos del mundo y nadie estuvo a mi vera, sentía que un animal retozaba por mis venas. Cuando bajé de allí arriba llegué a una conclusión: cuanto más cerca del sol sobre este planeta tierra me siento más una flor a la que el sol alimenta. Llevo días callejeando bajo los bloques de piedra y el sentido de mi vida aquí abajo no se encuentra. Quiero volver a la sierra, la montaña es un juez que habla de la realidad de mi cuerpo, inquieta.
"UNA CALLE RETIRADA" Háblame calle. Dime adonde voy. Aún sabiendo tu nombre estoy perdido. Háblame sol pero no me canses en este caminar sin destino. Lejano, indefinido. Dime asfalto y tierra quién soy para que escale una persona a mi conciencia. Háblame noche morena, brillante, que en tí se alzan mis sueños. No me importa no encontrar lecho estando tan cerca de un infinito hablándome.

No hay comentarios:

Publicar un comentario